sábado, 10 de octubre de 2009

Mi confrontación con la docencia

Les quiero decir que estudié la carrera de Ingeniería Electromecánica en el Tecnológico de la Región Carbonífera (I.T.E.S.R.C.) Desde que estudiaba en la Universidad le explicaba a mis compañeros después de la clase problemas relacionados con matemáticas y física. Desde entonces me llamó la atención enseñar. También cuando era estudiante universitario corregía a mis profesores pues ellos se equivocaban en ciertos ejercicios cuando los explicaban, era yo quien terminaba dando la clase en mi grupo.

A partir de 1995, enseñaba a mis compañeros después de la clase, y con el tiempo en 1998 comencé a dar clases en el CECyTEC de Barroterán, que es donde yo vivo.
Al principio no fue fácil, me enfrenté ante un grupo de alumnos que estaban bajo mi responsabilidad, pero junto con ellos fui aprendiendo a corregir mi labor docente.
Desde este tiempo en adelante he vivido experiencias muy gratificantes dentro de la docencia. Recuerdo que en una ocasión invité a mis alumnos a participar en las Olimpiadas de Matemáticas, de pronto una estudiante de calificación regular levanta la mano y me pregunta si ella también puede participar, le respondo que todos están invitados. Después de la ardua preparación por las tardes llega el día del concurso, mi sorpresa fue que esta alumna junto con otros compañeros pasaron a las siguientes etapas desempeñándose muy bien en cada una de ellas. No obtuvimos ningún lugar a nivel nacional pero el reconocimiento de esa alumna hacia mí y la satisfacción de haberla ayudado a creer en ella fue y sigue siendo gratificante.
Como este caso he tenido muchos que me han hecho darme cuenta de que mi trabajo está aquí, en la docencia, y nunca pienso dejarlo. He ayudado a muchos alumnos a mejorar en Matemáticas y quiero seguir haciéndolo.

Para poder desarrollar sus potencialidades, siempre tomo el papel de mediador y los ayudo a través de problemas reales que los lleven hacia el pensamiento complejo. Las actividades en mi clase comienzan con un saludo y un momento de relajación, retomo los contenidos de la clase anterior y continuamos con el análisis de problemas. Trato que las actividades más sencillas las desarrollen de manera individual y después socialicen para comparar respuestas. Las actividades más complejas generalmente me gusta iniciarlas con una introducción de mi parte que les permita plantear la solución y después permito que ellos lleguen a las conclusiones. Claro que no todos los alumnos pueden llegar hasta el pensamiento complejo, pero siempre estoy dispuesto para cualquier duda que tengan.
Me gusta mucho sacarlos al patio de la escuela y plantearles una situación la cual van a resolver utilizando materiales o estructuras que se encuentran en el ambiente. Después les pregunto si lo que están aprendiendo creen que es útil en su entorno o en el desarrollo profesional y de su vida personal.

No todo es gratificante, sigo luchando contra los malos hábitos de estudio y el desinterés de los estudiantes, razones por las que creo que casi siempre tengo altos índices de reprobación.
Debido a esta problemática a la que me enfrento trato de actualizarme cuando surge una oportunidad. Espero que este taller nos ayude a todos a mejorar en nuestra labor docente.

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