sábado, 10 de octubre de 2009

Mi aventura de ser maestro

La lectura “La aventura de ser maestro” refleja muchos aspectos necesarios para ser un buen profesor. Me hizo recordar mucho la forma con que trabajo actualmente, sin embargo he perdido un poco la comunicación con mis estudiantes, solo en algunos aspectos. Voy a trabajar por recuperar esa atención que les debo, no es que no tengamos buenas líneas de comunicación, sino que solo en algunos ámbitos los he descuidado un poco.
Ahora quiero compartir con ustedes un poco de los cambios que he realizado a lo largo de mis 10 años de experiencia en la docencia.
Durante mi práctica docente tuve que aprender a dejar a un lado el método tradicional con el que mis profesores me educaron, me costó mucho trabajo, pero gracias a la actualización continua y a las experiencias vividas pude lograr un buen desempeño en el aula como mediador del conocimiento.
Comencé a cambiar mi perspectiva de las matemáticas, a ver a los alumnos como seres humanos, aprendí a escuchar sus necesidades, sentimientos, emociones y nivel de partida, dejé de verlos como simples máquinas que desarrollan cálculos y me enfrenté a la realidad de los niveles de partida de cada uno.
Me emocioné mucho cuando logré que los alumnos llegaran a un pensamiento complejo y lograron aplicar los conocimientos a problemas contextualizados.
Sigo trabajando contra la apatía y los malos hábitos de estudio, siempre habrá en que trabajar, sin embargo, me deja mucha satisfacción el logro de que mis exalumnos me recuerdan como un gran profesor transmisor de conocimientos, valores, habilidades y actitudes.
Actualmente considero que mi práctica docente es buena, pero mi reto es disminuir los índices de reprobación que tengo, desafortunadamente no he encontrado la manera, siempre estoy en un dilema, por un lado el bajo rendimiento de los alumnos, la apatía y desinterés no me permiten potencializar sus habilidades, por otro lado, en algunos estudiantes las relaciones afectivas, sentimientos y necesidades se ven muy afectadas por la falta de recursos económicos, y aun mas, los problemas comunes de los adolescentes les producen falta de concentración en la adquisición de conocimientos. La mayoría de los estudiantes de matemáticas no rinden, no es porque esta sea una asignatura difícil, les afecta mucho la preconcepción que tienen de la misma y por eso se rinden antes del intento, como desearía poder quitarles ese paradigma que muchas veces otros docentes les han formado.
Deseo seguir trabajando con estos muchachos y ayudarlos a seguir progresando para que enfrenten la vida de una mejor manera. Sé que no es fácil pero estoy dispuesto a aceptar el reto.

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